Tal y como es habitual en el mapa vitivinícola de la Denominación de Origen Navarra, la vendimia se ha iniciado estos días por el sur de la Comunidad Foral, en la Ribera Baja; al tratarse de la zona más cálida de nuestro territorio, el fruto madura antes, sobre todo las variedades tempranas como la blanca Chardonnay. Es el inicio de una campaña en la que se predice, según las estimaciones de la Estación de Viticultura y Enología de Navarra (EVENA), una cosecha superior a los 74 millones de kilos. Esta cifra significa un descenso del 14,5% respecto a la del año anterior, disminución atribuida principalmente a la disminución de la superficie de viñedo y a la general sequía que se está experimentando este año.
Entre las principales características de esta campaña cabe destacar por un lado el adelanto de la vendimia (entorno a unos diez días respecto a del año pasado) y por otro lado, el excelente estado sanitario que presentan la mayoría de nuestros viñedos. Estos hechos son el resultado de una calurosa y seca primavera y del aumento de las temperaturas experimentado durante los últimos días en la Comunidad Foral.
Volviendo a los datos técnicos que obran en nuestro poder, la previsión del rendimiento por hectárea se considera normal en las variedades Chardonnay, Merlot, Cabernet Sauvignon y Viura. Sin embargo, la Tempranillo presenta una mayor irregularidad en cuanto al tamaño del racimo y la Garnacha también manifiesta una cierta heterogeneidad en el cuajado, sobre todo en los viñedos más septentrionales.
Uno de los principales retos de las bodegas durante estos días será determinar el momento óptimo para vendimiar las uvas de cada parcela. Con ellas se elaborarán los vinos de la nueva añada: blancos, rosados, tintos y dulces, todos ellos extraordinarios representantes del amplio abanico de posibilidades que ofrece la Denominación de Origen Navarra.